Mostrando entradas con la etiqueta begiz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta begiz. Mostrar todas las entradas

viernes, 7 de noviembre de 2014

Consejos para Blogger novatos II


Planifica tus artículos. 

  Cuando empiezas estás muy entusiasmado con tu blog y anotas muchas ideas para artículos, aunque probablemente no sepas cómo encajarlas todas en tu página. Para ello te recomiendo que te crees un calendario editorial, no tiene que profesional, simplemente un calendario donde veas tu semana y el orden que van a llevar tus artículos.

  Así puedes organizarte, prepararte y lo mejor es que  divides temas (yo intento no publicar dos post en la misma semana sobre Twitter, por ejemplo), de este modo tendrás una  “línea editorial”. Puedes acostumbrar a tus seguidores a que el miércoles se al día de “herramientas para Twitter”, por ejemplo.

Inspiración. 

  Del mismo modo que al principio tienes muchas ideas, tarde o temprano vas a llegar a ese momento de bajón en el que te vas a preguntar ¿de qué escribo hoy? Para esos días te recomiendo algunos trucos para recuperar tu inspiración.


martes, 30 de septiembre de 2014

Quieres formarte en Marketing Online?
Curso 100 % Subvencionado para trabajadores/as y desempleados/as .

 
 

martes, 12 de marzo de 2013


SONRISAS FRENTE A LA CRISIS
RECUPERA EL VALOR DE TU TIEMPO

La importancia de una buena gestión del tiempo
En los últimos meses la situación que estamos atravesando ha provocado un gran decaimiento en nuestro estado de ánimo. Noticias sobre un futuro pesimista, pérdida y dificultad para encontrar un empleo o el aumento de las tasas educativas son algunos de los elementos que dibujan un panorama bastante lúgubre y pesimista. Es difícil animarse ante esta crisis. ¿De dónde y cómo podremos sacar fuerzas?¿Cuándo conseguiremos un trabajo? Muchas preguntas sin ninguna respuesta clara. Vivimos en un mundo donde la incertidumbre reina, pero no podemos dejar que nos quite ni la ilusión ni las ganas de que las cosas mejoren.

Empecemos esta sección con consejos y prácticas para poder sentirse mejor en un momento tan delicado como es la búsqueda de empleo.

LA RUPTURA DE LA RUTINA

Si lamentablemente te echaron de tu último trabajo, o si pasaste de estar estudiando a buscar empleo, se produce un fenómeno que provoca grandes cambios en el estado emocional: la pérdida de la rutina. Estamos acostumbrados a realizar una serie de acciones que se repiten de manera diaria  Al realizarlas conseguimos que se conviertan en hábitos. Puede que nos gusten más o tal vez menos, pero nos acostumbramos a ellas.

En los momentos que hemos recibido unas vacaciones hemos sentido un alivio ante la paralización por un tiempo de esas acciones. Dicho parón se relaciona con la recompensa recibida tras muchas horas de esfuerzo y por tanto tiene una connotación positiva.

La pérdida de un trabajo implica la activación de una serie de procesos psicológicos que alteran nuestro estado de ánimo. Principalmente se debe al gran cambio al que tenemos que adaptarnos. Y no es una tarea ni fácil ni sencilla. No hay ningún método universal que permita hacer que nos sintamos mejor.

Cada persona tiene su manera de entender la felicidad y de poder animarse. Sin embargo, hay una tarea muy importante que toda persona en búsqueda de empleo debe hacer: una correcta gestión del tiempo.

MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

Ahora tienes todo tu tiempo por delante. Al principio es normal que te sientas confuso debido a la cantidad de minutos que tienes libres. ¿Qué hacer con ellos? ¿A qué dedicarlos? Tal vez apuntarse a un curso. Tal vez mejorar idiomas. Tal vez practicar deporte... o tal vez nada.

Es muy difícil no caer en la tentación de no utilizar bien el tiempo en estas situaciones. Un gran estado de apatía puede ir apoderándose de todas las ganas y fuerzas que uno tiene en darle la vuelta a la situación. Por ello es importante utilizar bien el tiempo para volver lo antes posible al entorno laboral.

4 ELEMENTOS OBLIGATORIOS EN LOS QUE INVERTIR EL TIEMPO

Aunque no estés trabajando eso no indica que no tengas que tener una rutina ni obligaciones diarias. Es bueno que intentes buscar nuevas actividades que desarrollar y en las que invertir tu tiempo. Yo voy a decirte cuatro grandes bloques a los que conviene dedicar una serie de horas al día.

1 - Búsqueda activa de empleo (2-3 horas)

Conviene no estar todo el día mirando los distintos portales de empleo y viendo como avanza tu candidatura en las ofertas. Todo ello puede llevar a que pierdas los nervios. Los procesos de selección pueden tener una mayor o menor duración pero por mucho que mires una oferta no vas a conseguir que avance más rápidamente.
Crea un sistema de cómo distribuir bien tú tiempo, es decir, al principio mira las ofertas en las que estés apuntado, luego comprueba las nuevas, manda correos, conéctate a tu Linkedin. Intenta hacerlo de manera ordenada y secuencial para darle cierto sentido a tu búsqueda.




2 - Practica algún deporte (1-2 horas)

Estar en buena forma física hará que nos sintamos mejor. Eso también hace que no perdamos el ritmo de trabajo que teníamos anteriormente, es decir, que en el momento que encontremos trabajo podamos rendir desde el primer día al 100%. Salir a correr es un buen deporte y lo mejor de todo es que es gratuito.


3- Mejorar los idiomas (2-3 horas)


Está claro que actualmente la mayoría de las personas intentan mejorar sus competencias con otros idiomas y especialmente el inglés.
Es el mejor momento para hacerlo pues en los procesos de selección que participes será un elemento que se pueda tener en cuenta. Si puedes permitirte ir a una academia o certificarte no dudes en invertir tu dinero en hacerlo.

Si no puedes, hay opciones más baratas de aprender: Youtube, cursos gratuitos… Por ejemplo, hay bares donde puedes hablar con gente de otros países que busca mejorar el español a cambio de enseñar su idioma a la otra persona. Nunca se sabe, igual puede convertirse en una buena amistad, incluso en un futuro socio de trabajo.

4 -Formación (2-3 horas)

Con la cantidad de medios que tienes actualmente no hay excusas para seguir aprendiendo de lo que te gusta y de lo que puede darte de comer. Aparte de muchos cursos gratuitos puedes acudir a foros o acceder manuales que hay en Internet. Si tienes que gastar dinero en formación intenta que sea en algo que te pueda abrir puertas de cara al mercado laboral.



Resultados: 

Con estos cuatro grupos de actividades puedes invertir una gran cantidad de tu tiempo diario en mejorar no sólo tus opciones de acceder al mundo laboral sino también de sentirte animado y con fuerzas para que cuando llegue el momento puedas dedicar todos tus ánimos y motivación. No dejes que te llamen parado, eres una persona que está moviéndose a la velocidad de la luz para conseguir un empleo.




lunes, 12 de noviembre de 2012


Ventajas del hablar en público

En una ocasión un joven me confesó que había empezado a ascender en su empresa únicamente tras haber superado su miedo a hablar en público. Era algo que siempre le había producido pánico. En cuanto fue capaz de dominar esos sentimientos y desarrolló diversas técnicas de oratoria, descubrió que era un conferenciante más que aceptable. 

Ventajas de que disponemos:

-Sin duda, nosotros somos quienes mejor conocemos el tema de la conferencia.
Si nos olvidamos de algo los oyentes ni se darán cuenta. No olvidemos que el público nunca sabe lo que tenemos pensado decir en un principio.
-La mayoría de los oyentes se encuentran más a gusto sentados donde están, que de pie donde estamos nosotros. Por consiguiente, simpatizan y comprenden la situación.
-Por regla general, el público desea nuestro éxito. Están de nuestra parte y no en contra.




Los tres usos de las palabras

Cuando una empresa necesita comunicarse con sus empleados para transmitirles un mensaje importante, el mejor modo de hacerlo es por vía verbal.

Independientemente del auditorio al que te enfrentas, debes aprender a comunicarte de manera eficaz. Al ponerte en pie para tomar la palabra te conviertes automáticamente en una autoridad en la materia, y tu público desea escucharte. Las palabras empleadas pueden servir para:

-Informar: en ocasiones sólo queremos informar a nuestro público. Por ejemplo, puede que sólo queramos hablarle de algunas cifras de la producción de la semana anterior, o sobre los resultados de una reunión mantenida con un cliente importante.

-Explicar: quizá el objetivo de la charla sea el de explicar brevemente un nuevo procedimiento a seguir. Por regla general las charlas explicativas también suelen proporcionar información.

-Persuadir: las conferencias persuasivas suelen ser las más complejas. Lo ideal es poner la información y la explicación al servicio de la persuasión.

Si tenemos claro nuestro propósito, la conferencia resultará más fácil de preparar y de dar.


Superar el miedo escénico

¿Qué pasa por nuestra mente cuando pensamos en una conferencia pública? Quizá nos acordamos de aquel incidente ocurrido durante nuestra infancia, cuando nos olvidamos de una de nuestras frases durante la representación escolar. 

Este tipo de recuerdos basta para provocar escalofríos hasta en las personas más decididas. 

El miedo escénico es una sensación normal en cualquier persona que haya tenido que enfrentarse a un auditorio. El miedo escénico es un proceso de ansiedad que sienten la mayoría de las personas cuando deben ponerse en pie para hablar ante un grupo de oyentes.

Según un antiguo dicho, "el que duda está perdido". Lo mismo se puede decir de cualquiera que deba hablar en público. 

Si somos capaces de hablar con firmeza, no sólo atraeremos la atención del público sobre nuestro discurso, sino en gran parte sobre nosotros mismos también, y ofreceremos la imagen de alguien preparado para el liderazgo.

El objetivo: una conferencia positiva

La mayoría de las reuniones a las que se asiste son todas iguales. Los empleados o alumnos se sientan, escuchan al orador durante unos minutos y luego empiezan a dormitar y a pensar en sus cosas. A continuación enuncio mis seis reglas de oro:

  1. El mensaje debe ser claro para no dar lugar a malas interpretaciones.
  2. Se tiene que parecer convencido de lo que se dice. Hay una gran cantidad de oradores que parecen interesarse muy poco por el tema tratado.
  3. Hay que ser uno mismo. No hay que interpretar un papel ni copiar las maneras de otros oradores. Nunca funciona.
  4. La presentación debe ser personalizada. Debemos dejar translucir la personalidad de cada uno y poner su sello particular en el discurso.
  5. Hay que conectar con el público. La conferencia debe convertirse en un cara a cara para cada uno de los asistentes.
  6. Se debe informar a los asistentes del motivo de su presencia allí y de por qué deben escuchar. En caso contrario no lo harán.

Las tres V: técnicas verbales

Independientemente del tipo de charla, hay tres técnicas que deberían emplearse siempre. Empleadas conjuntamente, te permitirán convertirte en un orador ameno e interesante. Estas técnicas se conocen como "las tres V", y son: verbal, visual y vocal.

Técnicas verbales.

La mayor parte del tiempo que invertimos en preparar una charla se destina a la mejora de las técnicas verbales. Éstas son, entre otras:

  • La elaboración de un mensaje claro.
  • Convertir la presentación en algo relevante para el público.
  • Analizar a los oyentes.
  • Subrayar las ideas principales.
  • Reunir evidencias en apoyo de nuestras opiniones.
  • Organizar la información.
  • Disponer de un soporte visual para ilustrar la información verbal.
  • Implicar al público.
  • Mantener una sesión de preguntas y respuestas.


La organización de la información la hará más comprensible y más persuasiva.

Técnicas visuales 

La mejora de las técnicas visuales.- Las técnicas visuales no se refieren a los apoyos visuales que ilustran la conferencia (proyector, pantalla...), sino a la imagen visual que proyectamos como oradores. Cuanto más interesante resulte observarnos, más posibilidades hay de que el público nos preste atención a lo largo de toda la conferencia. Las técnicas visuales son, entre otras:

  • El contacto visual con cada uno de los oyentes.
  • Los gestos que describan y refuercen las ideas.
  • Las expresiones faciales que comuniquen los sentimientos y actitudes.


A menudo no se tienen en cuenta estas técnicas, y su ausencia puede hacer que la presentación resulte menos interesante.

Técnicas vocales.

La voz es una parte clave del orador. Las técnicas vocales son, por ejemplo:

  • Elevar y bajar la voz en función del énfasis que se quiera dar.
  • Cambiar el ritmo para llamar la atención al público.
  • Emplear pausas para remarcar los puntos importantes.


El éxito como orador viene determinado por el modo en que se emplean estas técnicas para llamar la atención del público.